Los wantanes de gratitud
Por Isaac Koki Higa No soy bueno en la cocina, no tengo la suficiente paciencia y tolerancia para estar frente a los ingredientes y obtener un suculento plato. Me gusta comer, pero para cocinar mejor me pido un delivery. Solo hay un plato que me sale bien, diría hasta muy bien (modestia aparte). Por alguna razón del destino, en algún momento durante mis cuarenta años de vida tuve la oportunidad de aprender a hacer wantanes, que no son necesariamente un plato de comida, mas parecen un piqueo previo a una cena. Luego, a lo largo de los años y la práctica, he logrado un nivel de relativa destreza y, a opinión de mis sufridos comensales, buena sazón. Bueno, no es nada el otro mundo, carne de chancho, aceite de ajonjolí, sal, ajinomoto, huevo, etc. Todo bien mezclado formando una masa uniforme. Finalmente, con una cucharita, voy colocando generosamente el relleno en la pasta del wantan y la cierro con agua por los bordes. La forma de comer es a gusto del que