La Naturaleza no distingue entre ricos y pobres, arrasa sin piedad

Por Flavio Vaccarella

Hace unas semanas mencioné que el clima estaba demasiado caluroso (ver artículo), ya se veían algunas lluvias en el norte pero nada catastrófico. Solo me quejaba del calor que ya estaba a mas de treinta grados Celsius y de mi incomodidad por no tener aire que refresque el departamento donde vivo. Hoy sigue siendo lo mismo, pero mis incomodidades no son nada comparable con lo que sufren otros en distintas zonas de la costa peruana.

 Me había planteado escribir un artículo por semana y tenía algunos temas que me interesaban, pero se me quitan las ganas de escribir cuando veo a mi alrededor desbordes, huaycos e inundaciones. No hay a quien culpar. No se puede culpar al gobierno ni a los pobladores que viven cerca a los cauces de ríos secos, la naturaleza no distingue y tampoco le importa los temas sociales y políticos. Cualquier tema que escoja esta semana sería banal. También sería oportunista mostrar mi solidaridad (que sí la tengo) cuando yo no vivo en carne propia lo que otros viven.

Evangelina Chamorro (Portal de Gestion)

No me imagino lo que puede ser perder  a seres queridos  o tu casa porque los arrastró el huayco. Vi una imagen de una mujer que salía de entre el lodo en un huayco  en el distrito de Punta Hermosa, y eso me dejó intranquilo (ver video). Felizmente se está  recuperando en el hospital.

Solo deseo que esto termine, y que mis hermanos no sufran mas. Ante el infortunio y las adversidades un país se hace grande. Espero que sea una lección para todos nosotros, lección realmente dura.