Mi deuda con MaJo y la historia detrás de ésta, escrita por voluntad propia
Por Flavio Vaccarella
Allá por esos días finales de Febrero e inicios de Marzo los
temas religiosos y de género (sexo como se diría hoy políticamente incorrecto)
estaban bastante convulsionados, escribí un par de artículos sobre el colegio
De la Inmaculada, donde estudié y otro sobre la inexistente y mal llamada
Ideología de Género. También por esos días postee algunos memes que me parecían
divertidos e irónicos sobre el machismo y la sexualidad.
Vamos, no les voy a mentir, detesto todo grupo que se cree
dueño de la verdad, el tema de las minorías me importa mucho, pero no concuerdo
con la política que se forma alrededor de estos grupos tanto con mis hijos no
te metas como con la agrupación LGTB. Defiendo los derechos humanos y la
igualdad entre ellos pero no asumo bandera política, toda bandera finalmente
termina siendo un lastre para la verdadera razón por la que fue fundada. No
estoy de acuerdo con que se le diga homofóbico a todo el que no concuerda con
la bandera política LGTB, y menos aún, que el grupo se deje influenciar por la
marea verde, es que ya nadie se acuerda que ese nuevo color representa a su vez
al rojo que tanto daño nos hizo, no es acaso una contradicción. Defender los
derechos es lo que yo espero, pero no espero ni quiero que alguien disfrazado
de verde me diga lo que tengo que hacer, cuando en los 80s no defendieron los
verdaderos derechos humanos y fueron intolerantes con la vida de muchos
peruanos, y hoy nos quieren vender otra idea de igualdad.
No me gusta pelearme y menos con gente que conozco, trato de
respetar los puntos de vista de otros, siempre defendiendo mis ideales que al
final son muy parecidos a los de muchos otros pero cuando las cosas se salen de
contexto cualquier cosa puede suceder. Y eso es lo que me pasó cuando postee el
siguiente meme:
A mí me pareció muy gracioso e irónico, y como no puedo con
mi genio lo publiqué en mi biografía. Cinco personas dieron un like, y una lo comentó inmediatamente. A
veces cuando la cosa se pone tensa suelo poner a propósito el dedo en la llaga,
es mi manera de distender lo que ya está tensionado. Sí, ya sé que son pocos likes, pero eso no importa, ya todos
sabemos que soy un antisocial con doctorado en ascetismo, y mi red es
extremadamente pequeña, pero el tema no se trata de popularidad.
El primer comentario fue de MaJo, una señorita aun, porque
todavía no está casada, que me escribió Que Ridiculez! Yo respondí a su comentario y aquí transcribo tal cual la
conversación con su autorización por supuesto:
MaJo: Que Ridiculez.
Flavio: Una broma jamás es ridiculez al menos que seas
intolerante.
MaJo: Es que esto no es broma… Pero bueno, asumo que tenemos
distintos sentidos del humor.
Flavio: Exacto María José, imagínate que yo dijera lo mismo
en cada post que no concuerda con mi pensamiento, seria de locos.
MaJo: Obviamente! El detalle es que algunos no hacemos mofas
sobre minorías. Eso sí sería gracioso para intolerantes.
Ahí quedó todo, inmediatamente me puse a pensar qué carajo
había sucedido. MaJo es una ex compañera de trabajo que conocí hace más o menos
cinco años. La recuerdo con mucho cariño, era muy inteligente y chambeaba duro,
siempre alegre, aunque de vez en cuando se rayaba en el buen sentido de la
palabra, tenía esas cosas como bailar de repente, cantar o decir algo que nadie
sabía ni era parte de la conversación, lo que me parecía muy divertido. Siempre
conversábamos con buen humor y a veces escuchaba sus quejas hacia la dueña de
la empresa en la que trabajamos, que yo trataba de amenguar porque mi cargo así
lo demandaba, pero al final no podíamos estar mas de acuerdo en que a la dueña
le faltaba empatía por decir lo menos, y todo el mundo se burlaba de ella por
sus arranques de histeria y gritos. MaJo era muy simpática y amiguera. A veces
pasaba su madre pasaba por el trabajo para irse juntas a algún lugar y todos ya la
conocíamos y saludábamos. MaJo se termina yendo de la empresa porque le parecía
insoportable seguir trabajando con una persona que la trataba mal. Me dio mucha
pena. El primer grupo que conocí era muy bueno, todos eran más jóvenes que yo y
tenían otra perspectiva más fresca de la vida y no tan impostada como la que
llevaba yo por voluntad propia en ese entonces. La extrañé luego que se fuera
como a muchas otras personas que duraban muy poco en la empresa por falta de
empatía de la dueña. Vamos, si a mí me gritan yo respondería ahí mismo, pero
sabe Dios porque cuestión del destino conmigo nunca se la agarró. Mantuve algún
contacto con mis excompañeras de trabajo, siempre tratando de ayudarnos aunque
todos finalmente tuvieron que afrontar sus propios caminos. En ese lugar
aprendí muchas cosas, como nunca mas volver a trabajar con una persona
irascible e incompresible, y lo peor de todo que no le pague sus derechos
laborales a sus empleados.
Pero qué había sucedido, por qué MaJo me respondía así, y yo
de esa manera, qué sucedió, si nos llevábamos muy bien, teníamos en común el
amor por los animales, amor que no me permite tener un perro en un departamento
porque lo veo cruel. Ella en sus redes siempre denunciando a los abusadores de
animales y yo compartiendo su causa. Entonces como dos personas que ni siquiera
se veían en varios años se podían llevar mal de pronto. No, me dije, algo pasa
aquí. Entré a su biografía y me encontré con un post que MaJo había publicado a
propósito, eran dos hombres besándose. No me parecía raro porque siempre
defendía la igualdad entre las personas, quizá tan irónicamente y poniendo el
dedo en la llaga como yo lo hacía.
De un momento a otro ambos nos convertimos en intolerantes,
cada uno con sus respectivos puntos de vista bien definidos (y similares después
de todo) pero también muy equivocados por el calor del momento.
Sigo leyendo el post de MaJo donde hay algunos comentarios.
Que yo sepa MaJo era heterosexual pero eso que importa, si defiende la causa
homosexual no hay problema, está en todo su derecho, derecho que yo también
avalo porque creo en la igualdad entre los seres humanos, sea cuales fueren sus
diferencias, y las diferencias no solo enriquecen sino nos hacen mejores
personas al entender a otros que no son iguales a nosotros.
Hasta allí todavía no entendía nada, por qué ahora de
repente yo hacía mofa de las minorías, y a su vez yo la llamaba intolerante. De
hecho nuestra conversación es bastante racional y respetuosa, aunque sobre ese
mismo tema veía fermentado odio y rabia a morir entre amigos y conocidos que se
enfrentan por un tema sexual (perdón, de género).
Sigo leyendo los comentarios del post de MaJo y me detengo
ante una respuesta de ella: “… Entonces regreso a mi pregunta inicial ¿Por qué
mi novio y yo sí podemos darnos un beso en la calle y mi hermana no puede darse
un beso en la calle con su novia?”.
De pronto entiendo todo y me doy cuenta que mi lucha es su
lucha y viceversa, pero cuando los ánimos se caldean nadie entiende nada y
todos se insultan y agravian con una gran naturalidad. Debo admitir que mi
lucha no es en partidos políticos, ni desfiles antialgo, no, mi lucha es desde mi laptop, hay donde solo yo me
entiendo como buen ermitaño.
Leyendo veo como María José por voluntad propia defiende una
causa, por amor propio y amor hacia su familia. Le escribo y le digo que no
sabía de ello, que siempre se aprende algo, que siempre uno se ilumina cuando
aprende de otros y que no gaste esfuerzos enfrentándose a todo el mundo.
Le dije sin que ella me lo pidiera que escribiría sobre el
tema, desde un punto de vista muy sutil, y ella acepto. No sé porque pero me
exigí a mí mismo contarles esta historia para que de alguna manera entiendan
que las diferencias siempre existirán, cada uno escoge su destino y nadie es
quien para arrebatarle el destino a otro. La percepción sobre un mismo tema
también puede ser muy distinta, sobre
gustos y colores no han escrito los autores. Mi tolerancia significa eso para mí pero no es la misma
tolerancia para otros, o no es interpretada de la misma manera por otros. El
respeto tiene un solo significado en la lengua castellana pero muchos
significados en la historia personal de cada uno.
Finalmente, después de un mes me decidí a escribir un
artículo que espero contribuya a ampliar las perspectivas y opiniones que nos
formamos desde pequeños. Mi deuda con MaJo está saldada, por voluntad propia.
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